Canto Rodado

Somos un programa de canción y poesía latinoamericana que pretende afirmar un espacio mediático para la cultura y el arte de las "inmensas minorias". Domingos ocho de la noche, RADIO NACIONAL 103.9 FM, y en todo el Perú.

lunes, octubre 06, 2008

TRAS LAS HUELLA DE VIRACOCHA

Dioses , oralidad, y memoria audiovisual.
Su verdadero nombre debió perderse en la noche de los tiempos, pero nuestros antepasados lo conocieron como Illa Tecsi Viracocha Pachayachachi, el ser supremo, único señor del universo, la arista más abstracta de la religiosidad andina.

El cronista Cabello de Balboa recogió testimonios orales, que dan cuenta de este antiguo culto a un Dios que no tenia representación física en la tierra, pues al estar en todas partes era imposible conocer su forma. Esta claro que los incas conocían la existencia de una ser superior al Inti (sol) así lo señala el propio Pachakuteq. “no podría tener yo como dueño del mundo y señor universal, al que para alumbrar la tierra esta obligado a trabajar como un obrero todo el día, de aparecer y desaparecer para que haga día” (Cabello de Balboa capitulo V). Illa Tecsi Viracocha Pachayachachi, era ciertamente el Dios de los dioses.
Viracocha era un Dios, pero también el calificativo de un hombre cuya vida estuvo ligada a la guerra contra los Chancas. ¿Pachakuteq o Viracocha?, mas allá del nombre, es importante señalar que los antiguos cronistas jamás coincidieron en la descripción de ciertos hechos. La alejada visión europea, los intereses religiosos, e inclusive rencillas entre panacas reales, hicieron que a menudo se desvirtuara la objetividad y el rigor de la información.

Había que escudriñar entonces a la luz de la cosmovisión andina, y la arqueología. Desde esa perspectiva ensayaremos nuestra observación.
El Padre Acosta cuenta un episodio que decidió la suerte del Cusco antes de la guerra. El príncipe Inca Yupanqui tuvo una visión mientras descansaba en el campo, pues
estando solo y acongojado le había hablado el Viracocha criador, con apariencia humana, diciéndole que aunque los Changas eran tantos y estaban victoriosos , Viracocha le daría victoria contra ellos y le haría señor porque le enviare gente que sin que fuese vista le ayudase.....y desde aquella victoria estatuyó que el Viracocha fuese tenido por señor universal....y en agradecimiento se puso la estatua de Viracocha mas alta que la del sol.

Los cronistas tampoco se ponen de acuerdo al señalar el lugar exacto donde se erigió la imagen de Viracocha y de cual era su descripción. Betanzos afirma que estuvo en el Quishuar cancha, la actual catedral de Cusco, y tenía la apariencia como de un niño ataviado en ropas finas y llevaba en su cabeza un Llauto de soberano. (Betanzos Capitulo XI). Garcilazo por su parte, señala su ubicación en el pueblo de Cacha (o Raqchi?) y afirma que allí pusieron una estatua de piedra que mando hacer el Inca, de la misma figura que dijo habérsele aparecido la fantasma, usaba túnicas y tenia atado un ....animal atado por el pescuezo....todo contrahecho de piedra
(tomo II capitulo XXII Comentarios reales) .

Lo cierto es que Raqchi, habría sido el único santuario Inca destinado exclusivamente al culto del Dios inmaterial, en ese lugar las crónicas y la arqueología refieren la existencia de una estatua del Viracocha que descansaba al oriente sobre un Ushnu finamente labrado donde los sacerdotes la adoraban con gran regocijo.

Cuando el advenimiento de los españoles, el clero desató una feroz persecución contra los idolatras, pero los incas, en su afán de proteger la estatua, dijeron que no era Viracocha, sino el apóstol San Bartolomé, esto habría logrado prolongar su culto, hasta que finalmente los españoles descubrieron el engaño y la partieron en dos, cabeza y cuerpo la seccionaron, y así la ocultaron durante siglos dejando a Viracocha dormido en su sueño de olvido.

Sin embargo, como nada puede ocultarse para siempre; quiso el supremo Viracocha que el año 1930 apareciera su cabeza, emergida de la tierra como semilla para un tiempo de luz; entonces un español adinerado, archivero y poeta, la volvió a ocultar. El coleccionista Juan Larrea la compró en un remate de piezas, de esos que le ponen precio a la identidad y pretenden liquidar nuestra memoria; se la llevaron a Inglaterra y luego a España, la lucieron en un anaquel privado y luego en el Museo de las Americas, cual trofeo secular de una guerra que no termina aun.

Pasó el tiempo, y grande debió ser la voluntad de Viracocha, que tras el terremoto del cincuenta que azotó la ciudad del Cusco, quiso poner al descubierto un nuevo hallazgo bajo los escombros del teatro Municipal, una estatua de piedra sin cabeza!. La Iglesia reclamó la propiedad de la imagen de “San Bartolomé” y según fuentes confiables, durante años habría sido el secreto mejor guardado entre los clérigos de la Compañía de Jesús.

La imagen es una pieza que representa la síntesis de la continuidad histórica entre los relatos orales, las crónicas españolas y la evidencia arqueológica. Pero también constituye un elemento cohesionador de todas las sangres, un factor identitario de nuestro pasado, un legado de la memoria para las nuevas generaciones. En esa perspectiva, la reunión del cuerpo y la cabeza de “Viracocha” es un objetivo urgente al cual debiera consagrarse todos los esfuerzos y gestiones que proveen las leyes internacionales. La imagen es un antídoto contra la soberbia y los olvidos, un correlato físico de la oralidad y su universo indestructible.

Esta claro que más allá de las crónicas y ciertas evidencias, el silencio acusa una orfandad de políticas de salvaguarda de la memoria. La documentación es restringida y escasa; y el conocimiento sigue siendo un absurdo privilegio de especialistas. ¿Existe acaso un registro audiovisual histórico? ¿Un archivo fonográfico cultural?; las incipientes unidades de registro audiovisual asociados exclusivamente a temas de oralidad e historia, son apenas un oasis en medio de los archivos de tinta y papel. El estado debiera impulsar y estimular, la formación de centros de documentación audiovisual que confieran las herramientas de investigación, análisis y difusión a todas las ciencias comprometidas con la historia.

Finalmente, y como un pequeño aporte a la difusión de estos casos, comparto las fotos de cuando hallamos la imagen decapitada y entornillada en el Cusco. El Dios olvidado no tiene leyenda que lo describa, solo dos feroces pumas que lo acompañan en su descanso de siglos, y al fondo una vieja fotografía de su cabeza en España. Le llevamos coca, le pedimos en silencio, perennizamos su imagen en quelcas digitales y Viracocha debió sonreírnos en algún lugar del tiempo. Illa Tecsi Viracocha Pachayachachi, es un patrimonio cultural que continúa secuestrado en su cadalso de olvido!. Riqchary, manaraqmi, maskashianiraqmi!


Paco Mejorada
 

Contadores de visitas